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Siembra de alfalfa: qué tener en cuenta

Por sus propiedades nutritivas en la alimentación del ganado, la alfalfa es uno de los forrajes más demandados en el mercado. Pero también es una especie con altos requerimientos de calcio, sensible a la acidez y al déficit de fósforo en el suelo. ¿Sabías esto? Tanto sus condiciones de siembra como los posteriores cuidados y cosecha resultan claves en la calidad final del producto.

Es por es que desde Foodco, te contamos las condiciones que deben cuidarse.

- Cultivo antecesor: trigo, soja, maíz para silo, moha y girasol son los mejores antecesores en la siembra de alfalfa.

- Espacio entre hileras: para el logro de buenas pasturas, es conveniente que la conservación de distancias cercanas. Por ejemplo, entre 15 a 17,5 cm entre hileras y evitando las distancias mayores a 20 cm.

- Profundidad: también es clave. Requiere de una siembra a escasa profundidad, alrededor de 1 cm y 1,5 cm, atendiendo a la humedad del suelo.

- Época: para la siembra, la mejor época son los inicios de otoño, es decir a fines de marzo, en abril y los inicios de mayo. Esto se debe a que el suelo aún ofrece una temperatura óptima, relativamente elevada y con un óptimo nivel de humedad.

De esta manera, se facilita un buen desarrollo de las raíces, que luego puedan hacer frente al verano, a eventuales sequías y elevadas temperaturas.

- Dónde sembrar: lo mejor es planificar la siembra en lotes que estén limpios, sin maleza. Es posible el uso de herbicidas, pero su elección dependerá del tipo de maleza presente.

- Plagas: se debe controlar la presencia de pulgones y trips, usando un insecticida de ser necesario.

 

Fuente: Todoalfalfa

Imagen: Todocampo